15 de septiembre de 2000

Cuando Escazú se alumbró con energía eléctrica

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Una calle del centro por la noche, en 1993.


Artículo principal - Edición No. 220 - Septiembre de 2000

Marco Antonio Roldán

Era el inicio del siglo XX, y al anochecer los escazuceños prendían sus canfineras con el objeto de iluminarse antes de ir a dormir, pues en esa época, al no existir la luz eléctrica en Escazú, después de las 7 p.m. la mayor parte de la población yacía en sus camas, reponiéndose con el sueño del trajín diario.

A las 6 de la tarde el farolero se disponía a encender los faroles de alumbrado público de canfín, que se ubicaban en las esquinas de las principales calles del centro, y los cuales se apagaban a eso de las 12 de la noche.

Los habitantes de Escazú desconocían lo que era tener electricidad en sus hogares, a pesar de que la ciudad de San José contaba con este servicio desde el 9 de agosto de 1884, fecha en que se inauguró la primera planta hidroeléctrica del país.

Pero transcurrió poco tiempo, para que en el año 1905, el escazuceño Pedro Brenes Echavarría empezara a hacer las primeras gestiones ante el municipio, para poner a funcionar en nuestro cantón la primera planta hidroeléctrica.

En abril de 1906, luego de que la Municipalidad de Escazú le concediera permiso al señor Brenes para concretar su propósito, la planta eléctrica empezó a trabajar. Se encontraba instalada sobre el río Agres, en un lote de su propiedad, en las cercanías de lo que hoy es el centro comercial El Oriente.

La energía que producía la planta, se utilizaba para las 26 lámparas incandescentes de 16 candelas de potencia cada una, que se instalaron en las principales esquinas del centro de Escazú, en sustitución del alumbrado de canfín. También para el palacio municipal y la casa de habitación del señor Brenes.

Dos años después, el 10 de diciembre de 1908, la municipalidad suscribió un contrato con The Costa Rica Electric Light & Traction Co. Ltd., empresa que en ese entonces tenía a su cargo la administración eléctrica del país.

El contrato autorizaba a la compañía a instalar 30 lámparas incandescentes de 32 candelas de fuerza cada una, para el alumbrado público de las principales calles del centro, y 15 lámparas de 16 candelas cada una, para uso del edificio municipal.

Sin embargo, no fue sino hasta en agosto de 1913, que se ejecutaron acciones para llevar electricidad a los hogares de Escazú. Posteriormente el servicio eléctrico se fue extendiendo poco a poco por todo el cantón.

En ese tiempo el consumo de electricidad era exclusivo para alumbrarse, pues no había artefactos eléctricos. La gente cocinaba con leña y las planchas de ropa se calentaban con carbón.

En un principio, el servicio se brindaba solamente de 6 de la tarde a 6 de la mañana. No existían medidores, por lo que el consumo se controlaba de acuerdo con el número de bombillos que necesitaran en cada casa.

De esta manera, si en una vivienda se utilizaban cuatro bombillos, se pagaba, según recuerda un escazuceño, hasta un colón mensual por cada uno. Si se intentaba colocar uno más a escondidas de la compañía, se quemaban los fusibles, pues éstos se colocaban de manera que resistieran solamente el número de luces que se hubiesen solicitado.

Muchos fueron los cambios que los escazuceños experimentaron en su forma de vivir, desde el día en que Escazú se alumbró con energía eléctrica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los primeros electricistas de nuestro querido canton de escazu que muchos recuerdan que andaban con las escaleras al hombro eran Don Lolo Barrios y auriel ellos pasaban todos los dias segun cuentas personas mayores quitando la famosa chicharra

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