15 de octubre de 2002

De Escazú a San José en cazadora

Pulse sobre la imagen para verla más grande

Parada de buses de Escazú en 1954. A la izquierda se observa el desaparecido monumento a San Miguel Arcángel, que fue construido en 1915.


Artículo principal - Edición No. 245 - Octubre de 2002

Marco Antonio Roldán

“Es el año de 1923. Como tenía que trasladarme a San José, decidí no hacer el viaje a caballo, sino que quise hacerlo en autobús, aprovechando que este servicio recién se inauguró en Escazú. Abordé el aparato, cuya carrocería es de madera y lata; los asientos están colocados en dos bancas largas a ambos lados del bus, por lo que uno queda de frente viendo a la gente que está sentada al otro lado; hay una banca más corta exactamente detrás de la cabina donde va el chofer. Las tres juntas hacen como la forma de una U cuadrada. La puerta de entrada y salida se encuentra en la pared trasera. El bus es bastante lento y el camino es malo, con mucha piedra en algunos sectores. Pasamos por San Rafael y luego el automotor descendió hasta el bajo Los Anonos para pasar por el pequeño puente, el único que existe para cruzar el río; cuando el vehículo empezaba a subir la cuesta, todos los pasajeros tuvimos que bajarnos del vehículo y darle un rempujón, porque al aparato se le hace difícil subir cuestas paradas y más aún con gente abordo. Pues bien, subimos a pie y volvimos a abordar el bus al final de la pendiente.”

En realidad este relato no lo escribió nadie de esa época, pero esta redactado fielmente en base al testimonio de un escazuceño que vivió por esos años.

El servicio de buses de Escazú se inauguró en 1923, con unas pocas unidades. Fue algo totalmente novedoso para los escazuceños de ese entonces, que estaban acostumbrados a trasladarse a San José en caballo, carreta y hasta a pie.

En ese tiempo existía el tranvía, que hacía su recorrido desde La Sabana, en las inmediaciones del antiguo colegio La Salle, pasando por el Paseo Colón, la Avenida Central, Cuesta de Moras, hasta San Pedro de Montes de Oca.

Aprovechando este servicio, antes de que se inauguraran los buses, la gente que viajaba en caballo o carreta, dejaban sus animales en la caballeriza de don Ezequiel Villalobos, que estaba ubicada por donde actualmente está la Pops de La Sabana y de allí tomaban el tranvía que los llevaba hasta el centro de San José.

Antes de 1929, los vehículos que se dirigían de Escazú a San José y viceversa, tenían que pasar por el pequeño puente del bajo Los Anonos, pues fue hasta ese año, durante la administración de don Cleto González Víquez (1928-32), que se construyó el puente grande de estructura de acero.

Los primeros buses brindaban servicio de 6 de la mañana a 6 de la tarde, saliendo más o menos uno cada hora. El valor del pasaje era de una peseta (25 céntimos), algo caro para ese tiempo.

Esos viejos “cajones” marca Ford, de motor de gasolina, podían transportar un promedio de 20 personas sentadas. Demoraban de 45 minutos a una hora para llegar a su destino, pues desarrollaban poca velocidad, aparte de que el camino era pedregoso.

Como dato curioso, debajo de los asientos se llevaban cadenas o mecates, macanas, picos y palas, pues a menudo el bus se quedaba atascado en algún hueco, principalmente en las cuestas de Los Anonos y en la de San Rafael. El cobrador, junto con un auxiliar que lo acompañaba, procedían con esos implementos a remover tierra o piedras, para hacer más suave la empujada del autobús; las cadenas o los mecates los usaban para amarrar el vehículo a algún tronco de jocote o de poró de las cercas de la orilla del camino, con el fin de asegurar que el bus no se fuera cuesta abajo.

La primera empresa perteneció al consorcio “Araujo & Cía.” Más tarde la adquirió don Marino y don Melico Protti.

Un tiempo después, se formó una nueva empresa, denominada La Escazuceña, que estuvo formada por los hermanos Marino, Melico, Luis y Lalo Protti, don Napoleón Chinchilla y don Pedro Madrigal.

Para ese entonces se reforzaron los vehículos con una unidad más, marca Dodge, que compró don Lalo Protti, y que fue bautizada por la gente con el nombre de La Bóveda, por su característica forma.

Trasladarse a San José en la época de nuestros abuelos no era nada fácil. La tecnología y el progreso han dejado atrás todas aquellas dificultades, que muchas veces la generaciones de hoy pasamos inadvertido.



*Cazadora: Término popular equivalente a autobús, usado en tiempos pasados.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho su historia del bus. Soy norteamericano con un poco de experiencia tica. Por favor, visite mi sitio de blog aquí para mis observaciones de buses tiqueñas:

http://noagelimitinlife.blogspot.com/2010/05/another-observation.html

--Roberto Shaffer

Jan dijo...

Excelente historia, soy escazuceño y la verdad nunca había visto fotos antiguas del centro del cantón. Seguiré pasando por aca

Anónimo dijo...

HOLA SOY DE ESCAZU HIJA DE CARLOS ROMAN HERRERA SALAS CONOCIDO POR CARLOS MACHA
RECIEN FALLECIO EL PASADO 7 DE SEPTIEMBRE EL ERA MUSICO FOLKLORICO
Y ME GUSTARÍA QUE PUBLICARAN ALGO SOBRE EL YO VIVO EN ENSENADA BAJA CALIFORNIA MÉXICO Y SEGUIDO ME CONECTO Y LOS VEO ME ENCANTA SU PAGINA MI MAMA SE LLAMA MARIA CECILIA BLANCO MURILLO Y SU TEL ES 22 28 75 32 SALUDOS GRACIAS MART

Anónimo dijo...

Ver fotos viejas

« Inicio de sección